Concierto de Fito y Fitipaldis

Por fín llegó el día del esperado concierto!

A las 10 en punto, como un clavo, estaba yo aún en la cola de entrada y oí un griterío impresionante procedente del escenario. No me lo podía creer, un concierto de Rock ‘n roll empezando puntual.  Idiotas de nosotros habíamos calculado unos 15 o 20 minutos de retraso e íbamos andando hacia el concierto sin ninguna prisa.

Comenzamos a correr con el sonido de la primera canción, que encima, era Antes de que cuente diez, y conseguimos abrirnos paso entre la multitud hasta acomodarnos en un pequeño espacio suficiente para estar a gusto, pero no muy cerca del escenario precisamente.

El concierto fue increible, de los mejores a los que he ido. Los músicos que lleva Fito consigo en esta gira, son soberbios: el guitarrista Carlos Raya, el bajo Alejandro Climent, al piano, Joserra Semperena, en la bateria y desde Chicago, Daniel Griffin, y el saxo lo tocaba Javier Alzola.

Hubo un momento increible en el concierto, que fué cuando tocaron La Cuisine de Bernard, formando un semicirculo delante del escenario en el que Griffin tocó una bateria de bombo, caja y platillo, como antaño, y Carlos Raya, sacó su guitarra Slide. También Semperena abandonó su piano y llevó consigo al semicírculo un teclado.

El tiempo se portó regular, si tenemos en cuenta como había estado la cosa de lluvias durante toda la semana, habría que dar gracias por habernos vuelto secos a casa, pero el viento, fue muy molesto, sobre todo para los músicos, dando pie a varias bromas que hizo Fito sobre la incomodidad que supone tocar si se te vuela la gorra. No obstante, gracias al viento, se pudieron obtener unas imagenes increibles de Carlos Raya, tocando con la melena al viento, dignas de revista.

El público no dio todo lo que podía dar de sí, es mas, estuvo bastante soso, no saltaba, no gritaba, se limitaba a aplaudir de vez en cuando. Un poco frío, salvo los incondicionales de las primeras filas, que llevarían 4 horas esperando para coger el mejor sitio.

En los conciertos de esta índole, hay varios prototipos de asistentes que se encontraban a mi alrededor y que reconoceréis enseguida:

-Las típicas tias, que van de 20 en 20 y que se saben todas las canciones y que te pisan al saltar.

-Los novios, que estan a lo suyo y han pagado la entrada cuando se podían haber quedado en su casa haciendo sus cosas y con el CD del grupo de turno.

-Los 3 yonkis, que te tiran el humo a la cara y que causan las oleadas de olor a yerba que nos sacuden cada 2 x 3.

-El matrimonio, que va a escuchar la música tranquilamente y que se vuelven a casa flipando con la juventud de hoy en dia…

Podría sacar mas personajes, pero no son tan típicos como estos.

Hubo otro gran momento, el del saludo. Para los que no lo sepáis, en esta gira, Fito ha tenido la idea de grabar un saludo del público y mostrarlo en la siguiente ciudad que visitan, y a nosotros nos tocó saludar a Burjassot, Valencia, momento en el que de verdad se apreció la increible cantidad de personas que fuimos al concierto. Muchas gracias a Segovia, por el cálido saludo que nos enviaron a los muleños.

Tocaron muchísimas canciones, salieron 2 veces mas, después de haberse ido, como suelen hacer la mayoría de grupos, pero yo eché en falta 2 que son típicas y que no oí: Rojitas las Orejas y Los Huesos de los Besos.

Por lo demás, y como ya he dicho, el concierto estuvo increiblemente bien, la música genial, el abiente bueno, la puntualidad, genial.

Espero que, si teneis la oportunidad de ir a ver algún concierto de esta gira, no la desaprovechéis porque merece la pena.

Un saludo, y espero vuestras experiencias en los conciertos a los que vayáis.

                                                                                                                                                                                                                                                                           Ignacio Pidal